sábado, 28 de marzo de 2009

INSTRUCCIONES INÚTILES

A la manera de Julio Cortázar, estas instrucciones disparatadas, resultan una buena actividad de escritura. Divertidas para el que escribe, ojalá resulten igual para el que las lea.

Instrucciones para callar

A quién no le pidieron alguna vez que haga silencio, qué se calle. Aunque parezca cosa sencilla, no lo es tal para algunas personas. Estos seres que se caracterizan por emitir más cien palabras por minuto, en su aprendizaje del mutismo deben disponer de un manual, pequeño librito – a veces inútil - que duerme junto a su cama sobre la mesa de luz.
Cuando alguna de estas personas debe llamarse a silencio, a cerrar su boca, a no proferir sonido, consulta las instrucciones del manual, en las que se le indica como primera medida mantener los labios bien apretados, imprimiendo una mueca, parecida a una línea recta, en la parte inferior de su cara. Otra posibilidad es morderse fuertemente la lengua, pero evitando que ésta sangre.
En algunos apartados del instructivo se recomienda tener siempre, en estos casos de charlatanería, una cinta adhesiva bien ancha que cubra toda la superficie de la boca del charlatán. Sin embargo, lo que más le conviene al hablador es no cruzarse en su camino con nadie a quien dirigirle la palabra. ¡Y cuidado con los espejos!, porque si se ve reflejado en alguno, habla consigo mismo.
Cosas que exasperan al que debe aprender a callar:
1. Buscar a alguien a quien hablarle y no encontrarlo.
2. Tener la respuesta justa y no poder decirla, porque su interlocutor lo dejó con la palabra en la boca.
3. No saber que decir por desconocer el tema del cual se habla.
4. En una reunión, que las personas que están cerca de él digan: “el silencio es salud”.
5. Cuando en el trabajo, su jefe se dirige a él diciendo: “¡Ahora voy a hablar yo!”
6. Que le pregunten: “¿Comió guiso de lengua?”
Pero lo peor que le puede pasar es salir a la calle y encontrar escrito en una de las paredes del frente de su casa: “En boca cerrada no entran moscas”. Eso sí, estos personajes siempre se consuelan diciéndose a sí mismos “ya habrá un tiempo en el que deberé callar para siempre, por eso mientras viva hablaré hasta por los codos”.

Instrucciones para caerse

Aquél que quiera caerse debe seguir una serie de pasos, a saber:
Primero: conocer los movimientos previos a la caída. Éstos consisten en inclinaciones vacilantes hacia atrás, adelante o a los costados, todo depende del tipo de caída y la intensidad del impulso que la provoca.
Segundo: topar con alguna imperfección del terreno, ya sea protuberancia o hundimiento, que lo hagan trastabillar y dar con su cuerpo en el suelo.
Tercero: en algunos casos la caída puede ser provocada por otra persona, que violentamente o no, da un empellón al cayente quien termina con su humanidad sobre tierra.
Cuarto: caminar por lugares riesgosos, como por ejemplo: cornisas, precipicios, acantilados, etc. En estos casos seguramente la caída será veloz y no se podrá contar cuáles fueron los efectos de la velocidad y el vértigo.
Quinto: otra posibilidad para tener una caída garantizada, es reunirse con amigos en una fiesta y tomar grandes cantidades de varias bebidas alcohólicas. Los efectos secundarios (entre otros) casi siempre consisten en mareos, que tambalean el cuerpo del que quiere caer, hasta dar con éste sobre el asfalto, una alfombra o cualquier tipo de terreno que haya debajo de sus pies.
Advertencia:
Los aprendices en el arte de caer, deben considerar que el cumplimiento de su objetivo no es gratuito, trae consigo consecuencias como, magullones, cardenales, esguinces, huesos rotos entre las más leves. En algunos casos el aprendizaje de la caída se cobra la vida del aprendiz.

Escribió: Inés Carozza

1 comentario:

  1. Me gustaría ver un texto instructivo para reír por ejemplo en lugar inadecuado ya sea escuela hospital hasta un velorio

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